Recién instalada en el Empordà, recibí este encargo como una oportunidad increíble para integrarme realmente en el lugar. Conocer a equipos, paisajes, plantas y ambientes autóctonos me inspiraron para crear una pequeña semilla que a día de hoy aun me sigue impresionando. El objetivo aquí era integrar plantas en unos parterres predefinidos con muy poca profundidad de tierra y con una alta exposición al fuerte viento del Norte, y también en interiores adaptarme a los diseños de grandes interioristas de alta gama (La Granja para el Hotel Empordà y Sandra Tarruella para el Restaurante Terraverda). Asilvestrar un poco esa rigidez que a veces encuentras en un campo de Golf, que normalmente viene por una practicidad a la hora del mantenimiento de tanto césped y paisaje que cuidar. Aquí me vuelvo a demostrar a mi misma que se puede tener belleza, harmonía, y fluidez con las plantas y con muy poco mantenimiento.

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